La suerte de Betsy
Os voy a contar la historia de Betsy Farber porque me parece uno de los mejores ejemplos que he encontrado hasta ahora para poder demostrar cuan revolucionaria es la Economía de la Longevidad a la hora de encontrar soluciones de valor a los deseos y necesidades de las personas mayores.
Vamos a partir de una situación inicial, que es la identificación de un “pain point” (punto de dolor) y, a continuación, plantearé dos vías de solución:
· Una,
ampliamente aceptada, que podemos verla como lo “natural” para
una persona mayor
· Otra, bajo el paraguas de la Economía de la Longevidad, que surge cuando ponemos en marcha un proceso que busca eliminar ese punto de dolor gracias al diseño trascendental.
Situación inicial - Identificación del Pain Point:
A Betsy Farber le gustaba mucho cocinar. Un día, mientras pelaba una patata, notó dolor en su muñeca, falta de fuerza y veía como el pela-patata se le escurría de la mano impidiéndole poder realizar esta tarea tan básica. Tuvo que pedir ayuda a Sam, su marido.
Solución Convencional:
Bajo este
abordaje, el pain point identificado es el dolor que sufre Betsy en sus manos.
Betsy va al
médico, la diagnostican con artritis, una de las enfermedades crónicas más
comunes, especialmente entre mujeres. Le dan medicación que ella comienza a
tomar con un nivel de adherencia regular (la adherencia a tratamientos crónicos
entre las personas mayores de 65 años es inferior al 40%), por lo que, de forma
paulatina, su condición empeora.
Betsy dejará poco
a poco de poder disfrutar de su afición por la cocina. Sam le ayudará mientras
pueda hasta que, ambos, aceptarán su dependencia y tendrán que pedir ayuda
externa, muy posiblemente a un cuidador o a sus hijos, en el mejor de los
casos.
Con el tiempo, cuando Betsy enviude (estadísticamente es más probable que Sam fallezca antes que ella), Betsy verá su movilidad cada vez más condicionada y es probable que en algún momento, decida (o decidan por ella), trasladarse a una residencia.
Es probable que al leer esto te parezca que esta es la evolución natural que podemos esperar a medida que vamos envejeciendo, pero te invito a continuar con la historia para que veas una alternativa totalmente diferente.
Solución propuesta bajo la Economía de la Longevidad:
Pero Betsy
tuvo mucha suerte… ella tuvo la oportunidad de superar su frustración de una forma
muy diferente a simplemente tener que limitarse a aceptar su dependencia
antes de lo estrictamente necesario. Veamos por qué:
Resulta que Sam,
su marido, ¡era ni más ni menos que un antiguo empleado de una empresa líder en
equipamiento de cocina!
Sam identificó que el “pain point”
REAL era que los utensilios que estaba utilizando Betsy no estaban
diseñados para que ella pudiera realizar sus labores en la cocina de forma
fácil. (job to be done, en inglés). Como vimos en otro artículo (1) la
mayor parte del diseño está en manos de gente joven, en su mayoría hombres.
¿Qué hizo Sam
entonces? Se propuso diseñar una línea de utensilios de cocina ergonómicos,
aptos para personas con artritis. ¿qué os parece?
Sam pidió ayuda a
Patty Moore, una destacada diseñadora de cosas para gente mayor.
La labor de Patty es muy destacable, a mí por lo menos me generó mucha admiración. Se dedicó durante unos tres años a viajar por más de 100 ciudades disfrazada con vestimenta, maquillaje, canas incluidas y equipada con una serie de dispositivos que le limitaban y condicionaban su movimiento y sentidos como una si de persona mayor de verdad se tratara.
Montó en medios
de transporte públicos, entró en las tiendas, paseó por las calles, “vivió”
como una persona mayor y logró identificar muchísimos pain points presentes
en las ciudades. Ella detectó que para la gente mayor no sólo es importante
poder sentirse seguros, sino que también es importante evitar que
puedan sentirse avergonzados. (Pero estos insights los dejamos para
cuando escriba sobre “Smart cities para gente mayor”)
A Sam y Patty, se
les sumó un equipo de diseñadores que pasaron por la experiencia de
“envejecerse” para poder sentir lo mismo que Betsy a la hora de cocinar.
Como resultado de
este espectacular trabajo de diseño pensado desde la perspectiva del pain point
real, nace la marca OXO (2)
Lo mejor de esto,
es que, gracias a su diseño tan cuidado, OXO logró trascender su usabilidad
pensada inicialmente para la gente mayor.
A esto se le
llama Diseño Trascendental. OXO se convirtió en un gran éxito gracias a
su diseño intuitivo, pensado para el usuario y válido para todo tipo de
personas, no solo los mayores.
La innovación fue
crear algo simple que hace la vida más fácil a todo el mundo. Partieron
de un pain point concreto de una persona mayor, pero lograron llegar a una
solución Transgeneracional.
Por supuesto que el camino recorrido por la segunda solución puede que haya sido más largo, complejo, frustrante por momentos incluso, pero creo que merece la pena que podamos, cada vez más, abordar los pain point de la Longevidad desde esta perspectiva porque de esta forma ganamos todos:
· Las
personas mayores pueden seguir disfrutando de su vida de forma independiente
(en lugar de aceptar la dependencia)
· Las
empresas pueden encontrar soluciones innovadoras y rentables que no solo pueden
satisfacer un segmento concreto, como las personas mayores, sino a diferentes
generaciones.
Espero que hayáis disfrutado tanto como yo como esta historia y que os ayude a pensar de una forma diferente a la hora de buscar soluciones innovadoras que eliminen los pain points de las personas mayores gracias al Diseño Transcendental que plantea la Economía de la Longevidad.
INFOGRAFIA:
Fuentes:
Esta historia es mi adaptación personal de la original que está incluida en el libro “The Longevity Economy”– Joseph F. Coughlin – Public Affairs
1. “Por qué es clave la mujer en el futuro de la economía de la longevidad”
2. 2.Oxo https://www.oxo.com/
Comentarios
Publicar un comentario
Deja aquí tus comentarios, sugerencias, dudas, aportaciones y opiniones. Gracias.