25. Los abuelos canguro


Situación de partida:

Históricamente, cuando vivíamos en una sociedad tribal o bajo el manto de la familia extendida, la interacción entre los miembros de tres generaciones (hijos, padres y abuelos), era lo normal.
Hacia mitad del siglo pasado nace la familia nuclear (el término data de 1947), dando paso a una crianza más centrada exclusivamente en los padres y, en particular, en las madres. Es la familia moderna, donde el hombre es proveedor económico y la madre sostén emocional. Es muy posible que este haya sido el modelo bajo el que nos hemos criado mucho de nosotros.
Es indiscutible que los abuelos tienen un rol fundamental dentro del seno de la familia. Ellos son el sostén y el pilar en muchos casos y pueden permitirse ser más flexibles con sus nietos, generando una relación de cercanía y complicidad.
Los abuelos son tan importantes, que el 26 de julio se celebra su día en España.

Origen de los Abuelos Canguro:

Pero si los abuelos siempre estuvieron presentes en mayor o menor medida, ¿por qué ahora hablamos de los “abuelos canguro”?
Esta figura nace producto de una serie de cambios socio-económicos. Entre ellos:
  • Incorporación de la mujer al mercado laboral
  • Periodo de baja maternal insuficiente
  • Incompatibilidad de los horarios laborales y los escolares dificultando la conciliación
  • Dificultad para acceder a una guardería pública
  • Complejidad para hacer frente a situaciones extraordinarias como enfermedad, festivos escolares y períodos vacacionales
  • Escasos recursos económicos de muchas familias, situación agravada desde la crisis económica, lo cual imposibilita contratar un canguro.

Es así como los abuelos conforman la red de apoyo más importante del hogar a la hora de cuidar de los nietos. (1)
Los abuelos han pasado de un rol de cuidador a ser figura principal en el desarrollo emocional y personal de sus nietos, al mismo nivel o incluso superior al que ocupan los propios padres. (1)
Los abuelos canguro del siglo XXI representan un papel diferente al que representaban los abuelos de nuestros antepasados. Si bien el abuelo como cuidador y educador ha estado presente a lo largo de la historia, lo que ha cambiado son las exigencias de la sociedad actual y las necesidades familiares. (1)

Datos:

Pongamos algunos números para poder dimensionar y entender mejor este fenómeno:
Una encuesta del Imserso realizada en 2010, en los momentos más duros de la crisis económica, señalaba que: (2 y 3)
  • Un 68% de los abuelos tenía contacto diario con sus nietos.
  • Un 70% afirmaba haber cuidado de sus nietos al menos una vez
  • Un 44,9 % decía cuidar de los nietos como mínimo una vez a la semana.
  • Un 49,5% aseguraba que se hacía cargo de los nietos casi a diario. (valor actualizado 44%)
  • Un 50% de los abuelos hace de canguro a diario (valor actualizado 30%)
  • El 30% de los abuelos que cuidan de sus nietos es por decisión de los hijos (4)
  • Los mayores de 65 años que cuidan de sus nietos, a los que dedican una media de seis horas diarias (4)
  • El perfil medio es una mujer mayor de entre 60 y 70 años. (5)

Aunque no todos los datos están actualizados, nos valen para ver el nivel de responsabilidad que recae sobre los abuelos.
Cuantificando los motivos de tener que recurrir a los abuelos como cuidador principal: (3)
  • El 41% dificultad de conciliar trabajo y familia por parte de los padres
  • El 33% los padres se incorporan al trabajo antes de que los centros educativos abran sus puertas
  • El 59% acaban de trabajar horas después de su cierre.
  • El 35% falta de recursos económicos para pagar una escuela infantil o contratar un cuidador

 Beneficios de que abuelos y nietos estén juntos:

Veamos los numerosos beneficios que tiene el hecho de que los abuelos estén en contacto frecuente con sus nietos. En general, podemos decir que los efectos son muy positivos:
Para los abuelos:
  • Mayor actividad: Los nietos son el mejor aliciente para hacerles salir de casa, moverse, reír y compartir, es decir, mantenerse activos. (3) Se sienten más jóvenes y activos. (6)
  • Aprendizaje: También hay un aprendizaje en el sentido contrario, donde, por ejemplo, los nietos les enseñan sobre el uso de Internet y de las nuevas tecnologías. (6)
  • Autoestima: El cariño con la que el nieto suele dirigirse al abuelo refuerza su confianza y autoestima. (1) Es un momento de disfrute. Es vital el hecho de que puedan dejar su legado y trasmitir su experiencia. (6)
  • Combate la soledad: No menos importante es que la temida “soledad no buscada” se diluye con su compañía. (3)

Un estudio alemán publicado el año pasado por la revista 'Evolution and Human Behavior' asegura que aquellos que cuidan de sus nietos ocasionalmente viven cinco años más que los que no lo hacen. El riesgo que tienen de morir en los siguientes 20 años se reduce hasta un 37%. Además, explican que esta labor aumenta la esperanza de vida significativamente por encima de estar sano y activo. (4)
Para los nietos:
  • Seguridad física: Un estudio de 2015 de la Escuela de Salud de la universidad estadounidense John Hopkins indica que los niños cuidados por los abuelos sufren la mitad de los accidentes que los que no. (2)
  • Seguridad emocional: Para la Nufflied Fundation, los niños además son más seguros desde el punto de vista emocional y tienen más vocabulario que otros compañeros de su misma edad, en los primeros cinco años de vida. (2)
  • Diversión: A los nietos, por su parte, les suele encantar estar con sus abuelos, por ser cariñosos y divertidos, y por poder hacer cosas distintas a las que hacen con sus padres. (3)

Riesgos:


Hasta aquí, hemos visto la cara amable, pero este rol que los abuelos asumen respecto al cuidado y educación de sus nietos no está exento de riesgos que pueden llevar a convertir al “abuelo canguro” en “abuelo esclavo”. Los padres son los grandes responsables a la hora de gestionar el nivel de presión y exigencia ejercido sobre los mayores. Veamos cuáles son:
  • Obligatoriedad: 

Los peligros comienzan a acechar cuando la labor de cuidado de los nietos no es ni voluntaria ni optativa, sino que es una obligación y no tiene en cuenta el estado de salud de los abuelos, ni su vida social.
En 2011, la Federación de Asociaciones de Gente Mayor de Cataluña (FATEC) hablaba de «chantaje moral» por parte de muchos padres que obligaban a los abuelos a hacerse cargo de los niños (2)
La Sociedad Española de Geriatría y Gerentología (SEGG) alertaba en 2013 de la diferencia entre dejar a los niños al cuidado de los abuelos y abusar de los abuelos para sacarse a los niños de encima. (2)
  • Problemas de salud:

Esta situación de no elección lleva a que muchas personas mayores sufran agotamiento, estrés y ansiedad que puede acabar derivando incluso en depresión. (4)
Los problemas de salud existentes se agravan: la hipertensión y la artrosis se acentúan. También es habitual sufrir estreñimiento y dolor crónico en las articulaciones y la espalda por el esfuerzo, así como dificultad para dormir por la noche. También es frecuente descuidar la alimentación y estas personas tienen un riesgo de desnutrición que puede afectar a enfermedades como la diabetes" (4)
  • Agravantes:

La edad de los abuelos es un factor clave y el número de nietos a su cargo y sus edades. (6)

“Abuelos esclavos”:

Cuando los factores de riesgo confluyen y van a más, aparece este síndrome.
Como detectarlo: (9)
  • El mayor ya no tiene vida social propia
  • No es capaz de vivir la vida que planificó para el momento de su jubilación
  • No les quedan energías para nada más que para cuidar a los nietos.
  • No es capaz de reclamar más tiempo para sí o decir que ya no puede más.
  • Tiene episodios de estrés, ansiedad, insomnio o depresión;
  • Establecer límites en la educación de los niños. (1) Los padres son los responsables de sus hijos y no pueden delegar sus funciones. (6)
Este síndrome lo sufren sobre todo las abuelas.
Francisco Muñoz, presidente de ABUESPA (Asociación de Abuelos y Abuelas de España), lo expresa bien claro: «El abuelo esclavo es el padre de un egoísta» (9) 

Hacia una sana convivencia:

Está claro que si se dan estas situaciones es porque los padres realmente no pueden conciliar sus responsabilidades profesionales con la vida familiar. Simplemente, muchas veces, “no queda otra”, así que no queda más alternativa que fijar unas pautas de convivencia sana. Entre ellas:
  • Respetar el tiempo de ocio y disfrute de cada miembro de la familia. (1)
  • Agradecer la ayuda prestada por los mayores tanto por parte de los padres como de los nietos (1)
  • Pactar las horas en que los abuelos se hacen cargo de los nietos. Evitar sobrecargas. (2)
  • Procurar la felicidad de los abuelos. (2)

La clave está, como casi todo en la vida, en un diálogo abierto donde todos los miembros de la familia puedan exponer sus necesidades, sus deseos y se demuestren predispuestos y generosos a la hora de comprender y de dar. 

Cómo será el futuro:

Para finalizar, me he propuesto hacer un ejercicio de proyección a futuro y veo que este modelo no será muy viable en los próximos años.
  • Cada vez retrasamos más la edad de la maternidad, con lo cual, los abuelos no tendrán alrededor de 50 años, sino que estarán más bien entrados en los 60. Los problemas de salud serán mayores y la vitalidad, menor.
  • La esperanza de vida es cada vez mayor, por lo que es muy probable que un abuelo de 60 años tenga a sus padres (o al menos uno de ellos) vivos y los tenga que cuidar, imposibilitando la labor de cuidado de sus nietos.
  • Con la mayor longevidad, la edad de jubilación se atrasará, así que muchos abuelos estarán aún en etapa laboral hasta bien entrados los 70.
  • El mayor nivel de educación y la incorporación de la mujer al trabajo hará que muchas mujeres tengan un nivel de actividad, bien sea laboral o social elevado y que no estén disponibles para el cuidado de los nietos.
  • Así como en el futuro cercano tendremos un déficit muy grande de cuidadores de personas mayores con mayor o nivel de dependencia, lo mismo pasará con el cuidado de los niños.
  • A los gobiernos les tocará revisar de fondo las políticas pro-natalidad y dotar a los padres de la ayuda que necesitarán (guarderías, colegios, horarios extendidos, cobertura en festivos y vacaciones, etc) y a las empresas les tocará implementar políticas serias de conciliación y flexibilidad.
Como veis, el profundo cambio demográfico que estamos experimentando no afecta solo a los mayores, sino a toda la sociedad. Generación Sandwich y Abuelos Canguro son un poco las dos caras de la misma moneda y hay muchas soluciones y ayuda aún pendientes de llegar.

Fuentes:


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