18. Enfermedades mentales en la vejez


Como anticipaba el sábado, me ha costado bastante abordar este tema debido a que lo que más me asusta de la vejez, es el riesgo de perder mis facultades mentales, por encima de cualquier otra dolencia.
Parte del proceso que debemos hacer para perder el miedo, dicen, es enfrentarnos a él, plantarle cara, conocerlo. Finalmente, lo he hecho y comparto con vosotros lo que he aprendido.
  1. Quisiera empezar con un dato positivo: La mayor parte de las personas mayores son felices y gozan de un estado de salud bueno. El hecho de tener más tiempo libre, estar liberados de grandes responsabilidades como trabajo y crianza de niños, hace que puedan disfrutar plenamente de esta nueva etapa vital.
  2. Otro dato importante es que los problemas de salud mental son igual de frecuentes en personas mayores, así como en adultos o en jóvenes. Es decir, no hay una mayor incidencia.
  3. Lo que sí es importante destacar y advertir es que existe una cierta “normalización” de las enfermedades mentales entre las personas mayores porque, muchas veces, se piensa erróneamente, que estas van asociadas a la vejez, cuando realmente no es así.
  4. Otro punto que agrava más lo anterior, es que este tipo de enfermedades son más difíciles de detectar o de identificar desde el punto de vista médico ya que los mayores tienden a esconderlas o a solamente manifestar los síntomas físicos, o somatizaciones.
  5. Finalmente, el profesional de la salud deberá distinguir si la enfermedad mental es de larga data (es decir, una persona con enfermedad mental que ha envejecido), o si es una enfermedad mental asociada a la vejez. Me voy a centrar en estas últimas.

  • Voy a empezar identificando los factores de riesgo más comunes a los que hay que prestar especial atención:


  1. Ser mujer: Recordemos que hay más mujeres mayores que hombres ya que viven más años.
  2. Vivir en soledad: Por lo general, son más las mujeres que viven solas que los hombres debido a su mayor longevidad.
  3. Atravesar un duelo: puede ser una separación, el fallecimiento de la pareja, el traslado a una residencia o cualquier otra pérdida de importancia.
  4. Personas que tienen enfermedades físicas: las enfermedades crónicas y las patologías múltiples agravan más la situación. Las mujeres tienen, además, peor salud percibida que los hombres.
  5. Personas discapacitadas: A mayor edad, mayor dificultad para desempeñarse con autonomía.
  6. Jubilación o prejubilación: Verse apartados de una actividad económica, social y con un propósito es uno de los detonantes más frecuentes.
  7. Minorías, marginados y pobreza: Si estos colectivos ya tienen dificultades en su vida de adulto, la vejez no hace más que agravar sus problemas, al contrario de lo que se podría pensar.

No es de extrañar entonces que la mayor parte de pacientes sean mujeres ya que concentran varios factores de riesgo.

  • Veamos ahora las principales enfermedades mentales de las personas mayores:



Sabemos que alrededor del 17% de las personas mayores de 65 tiene algún tipo de trastorno mental (1)
 En este gráfico vemos reflejadas las diferencias significativas entre mujeres y hombres (2):
A partir de aquí, prefiero no entrar en demasiado detalle numérico, más que nada porque creo detrás hay personas y familias sufriendo y, si son muchos o pocos los casos, el drama no es menor. Si iré en un orden de relevancia o incidencia.
El trastorno mental más frecuente entre las personas mayores es la Depresión, seguida de la Ansiedad. Ambas van de la mano muchísimas veces y parecen ser dos caras de la misma moneda.

Los síntomas de la Depresión son nucleares (estado de ánimo), psicológicos y biológicos. Los más fáciles de identificar son los físicos ya que son la somatización de los factores emocionales. Estas somatizaciones pueden ser: desmayo o mareo, dolor, debilidad generalizada, pesadez en las extremidades, nudo en la garganta, estreñimiento, entre otras tantas. (3)
Las causas se relacionan directamente con los factores de riesgo identificados anteriormente.
Es muy importante que el profesional logre distinguir la depresión de la demencia y que identifique riesgo de suicidio ya que las personas que padecen depresión y son mayores, tienen mucha más posibilidad de quitarse la vida efectivamente.
El tratamiento es farmacológico, principalmente y como alternativa funciona la psicoterapia, pero son pacientes que suelen rechazarla.

La Ansiedad es muy frecuente y en la mayoría de los casos suele venir de larga data y, con la vejez, empeora. Puede ir asociada a demencia, depresión y enfermedades físicas. También puede haber una causa médica como por ejemplo: infarto de miocardio, arritmias, trastornos tiroideos y déficit de vitaminas. (3) Es fácil confundir los síntomas con otras enfermedades físicas. En estos casos, el tratamiento más adecuado es el psicológico, cognitivo y conductual y, en segundo lugar, farmacológico.

Me sorprendió descubrir que el Insomnio es considerado una enfermedad mental y que es la tercera en incidencia. Es cierto que las personas mayores necesitan dormir menos tiempo que los adultos, pero hay casos en los que se asocia a la depresión, la ansiedad u alguna otra enfermedad física. Suele prescribirse hipnóticos y fomentar una higiene de sueño.

Dentro de las enfermedades mentales se encuentra la Demencia, que es, posiblemente, la forma más tremenda de ver envejecer a los mayores. Si bien la incidencia sobre el total de la población es baja, el 60% de los casos de demencia son pacientes de Alzheimer. En España hay 1.2 millones de personas diagnosticadas con Alzheimer (4) y el número irá en aumento en los próximos años.
No puedo hacerme a la idea de lo que debe ser tener un familiar cercano con esta enfermedad y aprovecho para mostrar mi mayor respeto hacia ellos.

Otras enfermedades ya mucho más minoritarias que pueden aparecer en edad avanzada pueden ser:
  1. Trastorno bipolar
  2. Esquizofrenia de inicio tardío
  3. Delirium (enfermedad aguda y abrupta)
  4. Síndrome de Charles Bonnet (alucinaciones visuales complejas)
  5. Alcoholismo
  6. Problemas de personalidad (acentuación de rasgos anteriores como rigidez, introversión, obsesiones, prudencia, etc)
  7. Trastorno de acumulación y síndrome de Diógenes.

  • La clave, una vez más, está en la Prevención:


Como ya he mencionado en varios artículos, la clave está en el Envejecimiento Activo, desde un punto de vista holístico e integral a nivel físico, mental y social.
  1. La fórmula es mantenerse activo e involucrado con la sociedad. Compartir, realizar actividades bien de empleo y/o voluntariado o de aprendizaje. (5)
  2. Otro aspecto fundamental es la actividad física adecuada y adaptada a cada edad. Es la mejor estrategia preventiva y es de muy bajo coste. (5)
  3. Tener una vivienda y un entorno adecuados y adaptados. Esto no siempre es posible, sobre en zonas rurales o entre personas de bajos recursos, como vimos en un articulo que compartí hace un tiempo.(5)
  4. Alargar la vida laboral, tener una jubilación tardía.  Aquí deberían centrarse múltiples políticas a nivel gobierno, empresa y personas. (5)
  5. Nutrición y alimentación adecuadas.
  6. Higiene del sueño
  7. Tratamiento de enfermedades físicas para evitar su cronificación
  8. Contar con servicios integrados de ayuda a personas mayores (5)

  • Para finalizar, quisiera hacer una mención especial y dar un reconocimiento a un actor secundario en esta película y que a menudo es olvidado: Los Cuidadores.


En España, la mayor parte de los cuidados a enfermos físicos y mentales, recaen en familiares directos, especialmente, mujeres mayores. Estas personas resignan su vida, renuncian a su trabajo, dejan sus necesidades en un segundo plano y se dedican de cuerpo y alma para atender y reconfortar a sus seres queridos. Es un trabajo muy duro, no remunerado, no reciben formación específica para ello y están sometidos a niveles altísimos de stress, ansiedad y dolencias físicas, (dolores de espalda, sobre todo, por cargar muchísimo peso). Muchas veces cumplen su rol desde el silencio y la sombra y no son visibles a los ojos de la sociedad y las instituciones. Humildemente, quiero agradecer y reconocer la tremenda labor que realizan.
(En breve habrá una carencia muy grande de cuidadores porque tenemos menos hijos, tanto hombres como mujeres tendrán responsabilidades laborales impostergables, muchos vivirán lejos de sus padres, etc.)

Hemos identificado los principales factores de riesgo y hemos visto las formas más efectivas de prevención. Trabajamos en ellas desde ya para poder pertenecer al enorme grupo de mayores que disfruta de la vejez.
Hasta la próxima.

Fuentes:
3. “Salud mental en las personas mayores. Una guía práctica. Versión española” – Concepción de la Camara Izquierdo y Antonio Lobo Satué – 2017

4. MÁS DE 1,2 MILLONES DE PERSONAS EN ESPAÑA SUFREN ALZHÉIMER - Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) y la Fundación Sanitas


Otras fuentes consultadas:
  • La Salud mental y el bienestar en las personas mayores – Inés Gonzalez
  • La salud mental y el bienestar de las personas mayores, hacerlo posible. Lang, Resch, Hofer, Braddick, Gabilondo. 2010


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